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Primera Piedra

«El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres».

El Domingo 3 de julio del 2022, el Señor nos concedió realizar la bendición de la Primera Piedra de nuestro Seminario, en el terreno que para tal fin nos cedió Mons. José Rafael Quirós, Arzobispo Metropolitano de San José.

Con un huracán previsto para ese fin de semana, el día amaneció lluvioso; sin embargo, signo de que es una obra que lleva el mismo Señor, cinco minutos antes de la hora de inicio, el cielo se despejó y el fuerte sol nos acompañó durante toda la celebración, a la cual asistieron aproximadamente unas seiscientas cincuenta personas, nuestros Obispos, el Nuncio Apostólico, presbíteros, equipos itinerantes de las diferentes diócesis de nuestro país, familias en misión, familias enteras y hermanos de las comunidades de todo el país.

Se dio inicio a las 9:00 de la mañana con el rezo de las laudes, presididas por el Pbro. Marlon Bodán, presbítero del Equipo Itinerante Nacional y contamos con una catequesis kerigmática por parte de Maricarmen Domenech, responsable del mismo equipo. Nuestro Rector, el Pbro. José Hernández, realizó una pequeña reseña histórica del Seminario, desde que el Pbro. Félix Villegas, de feliz y bendita memoria, comenzó a pedirle al Señor un Seminario Redemptoris Mater para nuestro país, su petición y erección por parte de Mons. Hugo Barrantes, Arzobispo emérito de San José, en el año 2005, el equipo formador y los primeros seminaristas que llegaron y la entrega del terreno en el año 2019.

Terminado el rezo de laudes, se procedió a realizar la solemne entronización de la imagen de la Reina de los Ángeles, patrona de Costa Rica y de nuestro Seminario, adornada con hermosas flores y acompañada de antorchas, la cual fue colocada en la tarima principal. Se procedió a realizar una Liturgia de la Palabra, presidida por nuestro Arzobispo Metropolitano y concelebrada por el Nuncio Apostólico de Su Santidad, Mons. Bruno Musarò y el Obispo auxiliar de San José, Mons. Daniel Francisco Blanco. El Evangelio proclamado era el del día (Lc 10, 1-12. 17-20), sobre el envío de los setenta y dos discípulos, y la homilía de Monseñor se centró en el aspecto misionero de todo cristiano y en la alegría de que nuestros nombres estén escritos en los cielos. El señor Nuncio Apostólico nos comunicó el saludo de Su Santidad el Papa Francisco y prometió enviarle nuestros saludos y agradecimiento.

Se procedió luego a la bendición de la Primera Piedra, dejando en manos de Cristo el comienzo, el progreso y el término de esta obra que Él mismo ha querido, recordando el salmo que dice «Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los constructores».

Finalizada la ceremonia, compartimos todos del almuerzo en el terreno y los niños jugaron mientras disfrutábamos de música en vivo. Terminado el almuerzo, mientras todos partían a sus casas la lluvia, signo de la bendición de Dios, volvió a caer.

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